A un mes escaso de mi 30 aniversario buceando con tiburones, aún sigo encontrando lugares en el mundo que me hacen vibrar con estos animales como si fuera la primera vez. Este es el caso de Fuvahmulah, el reino de los tigres del océano índico.
LA ISLA DE FUVAHMULAH
Situado al sur de la línea del ecuador, Fuvahmulah se caracteriza por ser el único atolón de Maldivas, justo el penúltimo más meridional, que tiene solamente una isla.
Como dato curioso, a diferencia de las otras mil doscientas islas maldivas formadas todas por arrecifes de coral, Fuvahmulah es de origen volcánico, lo que la hace similar a Bali o Gili en Indonesia. También es la única isla del archipiélago de las Maldivas con lagos de agua dulce en su interior, exactamente dos, con exuberante vegetación tropical: árboles de mango, cocoteros, papayas y muchos tipos de flores.
Con diferentes orígenes geológicos en sus playas, Thoondu, en la zona norte, es la única zona playera de pequeños guijarros blancos. Junto con sus aguas turquesas y los cientos de palmeras que la bordean, hacen que esta playa esté incluida en la lista de las diez mejores del mundo.
Su privilegiada ubicación abierta libremente hacia el Índico, la convierte en uno de los mejores destinos de buceo del mundo. La calidad de sus aguas no se ve afectada por los cambios estacionales como ocurre en el resto de los atolones de Maldivas. El arrecife, con un estado de salud inmejorable, que se extiende más de una milla desde sus playas sobre todo en la zona sur, con la parte superior a unos 13 metros de profundidad, desempeña el papel de una gran estación de limpieza. En diferentes épocas del año, dependiendo de las corrientes y los monzones, hay posibilidades reales de ver a los grandes pelágicos como las gigantes mantas oceánicas, peces luna, peces vela y ballenas piloto. Grandes escuelas de barracudas, atún de aleta amarilla, bonitos y cientos de diferentes tipos de peces se pueden encontrar también en los más de 30 puntos de buceo que existen alrededor de la isla.
Además, todas las especies de tiburones que se ven en otras partes de Maldivas también se pueden encontrar en Fuvahmulah: grises, puntas blancas, puntas plateadas, martillos, sedosos, grandes tiburones ballena, zorro y… mis adorables tiburones tigre, sin duda, los protagonistas de esta isla.
BUCEANDO CON SUS TIBURONES TIGRE
El Galeocerdo cuvier, nombre científico del tiburón tigre, es un macro depredador capaz de alcanzar una longitud de 7 m, que habita en aguas tropicales y templadas. Estos elegantes tiburones juegan un papel muy importante en la infraestructura oceánica. Actúan como “contenedores de basura” consumiendo casi de todo, incluso restos de comida podrida, motivo principal de su aparición, prácticamente a diario, en la isla de Fuvahmulah. Los pescadores llevan cientos de años limpiando pescado y tirando sus restos día tras día en las aguas del puerto, haciendo una acción de “feeding” indirecto para la alimentación de estos tiburones.
El centro de buceo regentado por Tatiana Ivanova, “Fuvahmulah Dive”, ubicado justo en la zona del puerto, descubrió recientemente el comportamiento de estos tiburones hacia los desechos de los pescadores.
Tatiana y su equipo de guías, atraen a los tiburones tigre utilizando prácticamente el mismo sistema que los pescadores. En vez de tirar los desechos de pescado directamente en el puerto, los recolectan y desde la superficie los echan justo en la entrada del puerto, en la bocana, donde caen en una plataforma de arena y rocas que va desde los 4 a los 12 m de profundidad.
Después de una espera de no más de 10 minutos, vigilando desde el barco la llegada de los tiburones, entre siete u ocho ejemplares de tigres empiezan a entrar en la plataforma. “¡A equiparse!” grita Panda, uno de los guías de Tatiana. He perdido ya la cuenta, pero quizá tenga en mi haber cuatro o cinco mil inmersiones con tiburones, y cuando escuché ese grito, la adrenalina corría otra vez por mis venas. Ver las siluetas de esos “grandiosos bichos”, algunos de hasta 4 m de longitud, paseando tranquilamente por el fondo es una sensación indescriptible, que a los que amamos a estos animales, nos ponen “las pilas a tope”.
Separados unos 70 m de la zona donde están los tiburones, entramos al agua pegados al arrecife para descender a 5 m y avanzar despacio hacia ellos. Los guías van situando a los buceadores a unos 7 u 8 m de donde están los tigres buscando los restos de pescado. La acción… acaba de empezar.
Cinco, seis incluso siete tiburones tigre olisquean tranquilos el fondo. Muchos de ellos pasan por encima de raspas y cabezas de atún sin hacerlas ni caso, algo que me sorprende mucho. Comparando el comportamiento de estos tiburones con los tigres con los que estoy acostumbrado a bucear en Bahamas, los de Fuvahmulah son bastante tímidos.
Aunque poco a poco van cogiendo confianza y empiezan a comer. Algunos lo hacen lejos de los buceadores pero otros bastante cerca, a poco más de un metro. Hay restos de pescado suficientes como para que alguno te toque “cerquita” y puedas así observar mejor sus movimientos. Con cierta ventaja por ir a grabar a estos animales, consigo que mi posición sea un par de metros por delante del grupo. Esta cercanía me permite ver mejor cómo se comportan, cómo se mueven y cómo se alimentan. Estar grabando relativamente solo entre siete tiburones tigres es algo fascinante.
Aún estando catalogados como los segundos más peligrosos y viéndolos como se alimentan a pocos centímetros tuyo, en ningún momento notas, por lo menos yo, sensación alguna de peligro ni de inseguridad. Cogen los restos de pescado de una forma muy lenta, muerden despacio, no se pelean entre ellos ni se tiran “como locos” a comer, como por ejemplo hacen los Caribbean reef sharks. Son tiburones tranquilos con los que puedes bucear sin problema, eso si, sin perderles de vista, no olvidemos que son depredadores muy muy grandes, además de curiosos. Las medidas de seguridad y la atención son vitales en cualquier inmersión con tiburones.
INMERSIÓN PROFUNDA CON TIGRES… OTRA DIMENSIÓN
Si tienes un buen nivel de buceo, experiencia en inmersiones entre 30 y 40 metros y te gusta “la caña”, sólo tienes que dejar la plataforma de arena y sus 12m para lanzarte en picado por el cortado rocoso. Aquí empieza una nueva dimensión de buceo con tiburones tigre… ¿Estás preparado para ello?
La inmersión profunda se prepara casi de la misma forma, la única diferencia es que los restos de pescado se lanzan justo en el límite del cortado para que vayan cayendo poco a poco por el acantilado submarino.
El descenso es rápido para situarte a 35 o 40 metros pegado a la pared. Unos minutos de espera y… los tigres empiezan a aparecer, esta vez, desde los 70 metros. Primero los ves como olisquean por el fondo. La visibilidad es buena y puedes observar bien los movimientos. A los pocos minutos, empiezan a subir. Suben cerca de la pared, rápido, lo suficiente como para que se te pongan los pelos de punta cuando ves un “bicho” de 4 m pasar a menos de un metro de tu barbilla. Pero ahí no acaba todo, aún hay más. Se supone que suben a investigar si hay comida en la plataforma, 30 metros más arriba, como en este caso no hay o hay poca, vuelven a bajar casi a la misma velocidad y a la misma distancia de ti. ¡Brutal! Por si fuera poco, además de seguir viéndoles en el fondo y pasando como misiles cerca de ti, también les puedes observar como patrullan por el azul mirándote sin parar.
Adoro Bahamas y las inmersiones en Tiger Beach, que considero casi mi segunda casa, pero Fuvahmula y sus tigres, sobre todo la inmersión profunda, han marcada muy mucho lo que supone bucear con estos tiburones. No hay que perdérselo… 😉